Uno de los elementos más útiles para la improvisación de equipo y material son las pieles curtidas, con las que se pueden fabricar mocasines, refugios, correas, bolsas para el agua, canoas, prendas de abrigo, aislantes para la humedad del suelo, etc.
— Preparación de las pieles:
• Recortado, para despojarlas de partes inútiles.
• Remojo o reblandecimiento. Sumergir las pieles en agua tibia durante veinticuatro horas, cambiar el agua manteniéndolas otras veinticuatro horas.
• Descarnado. Se extiende la piel en el suelo con el pelo hacia abajo, tensándola con pequeñas estacas que se clavan para sujetarla. Con un raspador (navaja, filo de hacha, etc.) se quitan los restos de carne y grasa que tenga adherida, cuidando de no producirse roturas y sumergiéndola en agua tibia si se secara y endureciera durante este proceso.
— Curtido propiamente dicho:
• Primer procedimiento.
Se prepara licor curtiente con el tanino contenido en las virutas de la parte interna de la corteza o de la madera de robles, castaños, encinas, mimosas, etc. Se machacan las virutas para facilitar la disolución del tanino y se echan en un recipiente con agua. Este no puede ser metálico por su reacción con el ácido.
Se sumerge la piel en la mezcla manteniéndola unos quince días. No es necesario calentar el agua ni colarla después de echar las virutas. Si hay que doblar la piel, deben ser las partes con pelo las que queden en contacto.
Si se quiere que la piel sirva de depósito de agua, se corta la cabeza del animal y por el agujero se extrae toda la carne y huesos; se cierran los orificios naturales, ano y patas; se introduce la solución de agua y tanino manteniéndola durante quince días.
• Segundo procedimiento.
Después del remojo y descarnado se deja secar la piel exponiéndola al sol, recubriéndola con una mezcla de sal y cenizas de madera, o bien, aproximándola al fuego, aunque cuidando de que no esté demasiado próxima a las llamas. Se prepara una de las siguientes mezclas:
- Hígado y sesos de animal, mezclados con unos cien gramos de manteca de cerdo o grasa; se añade un poco de agua y se cuece durante una hora a fuego lento.
- Harina, manteca de cerdo y agua caliente, formando una papilla.
- La propia grasa del animal mezclada con harina, hasta formar una grasa.
Con esta mezcla se frota la piel, previamente clavada en el suelo, por el lado no piloso. Una vez bien frotada se enrolla y se deja una noche para que la mezcla penetre en el cuero. Al día siguiente se lava con agua y se deja secar bien estirada, ya que la piel tenderá a encogerse. Después se lijará con un rascador, piedra pómez o lija de grano grueso, y a continuación se coloca la piel sobre una cuerda tensa, frotándola sobre ella con un movimiento de vaivén, al objeto de darle suavidad.
Para hacer las pieles más resistentes a la humedad se pueden ahumar hasta que presenten un color amarillento, cuidando que no se ennegrezcan por su excesiva proximidad al fuego. Para el secado, o para mantener la piel estirada, se puede colocar sobre un bastidor.
CALZADO
Otra de las improvisaciones más necesarias en una situación de supervivencia es la reparación o reposición del calzado. Con una suela desprendida se puede fabricar una sandalia, para lo cual se cortan dos tiras de 20 a 25 cm de largo y tres o cuatro de ancho de la parte del cuero del empeine, y se cosen con alambre o clavos, formando una X, sobre la suela. De la parte de la caña se corta una tira entera que comprenda hebilla y latiguillo, de unos siete centímetros de ancho; se cose en la parte del talón y servirá para ajustar la sandalia que se ha construido.
Cuando lo que se ha destrozado es la suela, la reparación es más dificil; ya no podrá hacerse, como en el caso anterior, una sandalia completa, y se tendrán que emplear para la suela otros materiales.
Si se está en un bosque, lo mejor será cortar dos tablas de unos dos centímetros de grueso, se les da la forma de la suela, y aprovechando la parte de cuero o lona, se construyen unas sandalias. Si se dispone de cubierta de coche, no demasiado dura, con ella se podrá construir lo que es la suela, y con lona o cuero de la bota, las tiras para las sandalias.
El cosido siempre se hará con cuerda o alambre. Con cubiertas de ruedas de vehículos también se pueden construir abarcas, similares a las empleadas por los pastores.
El piso también puede hacerse con una cuerda de esparto enrollada y cosida transversalmente a medida que se va enrollando, sin que las puntadas asomen por la suela. La parte superior puede improvisarse con piel, tela o con la misma cuerda.
Si se dispone de un trozo de cuero apropiado se pueden fabricar unos mocasines, dibujando previamente sobre él un patrón compuesto de tres partes: suela, cuerpo y lengüeta. En la parte del cuerpo, corresponde a la mitad anterior sobre la que se cose la lengüeta, mientras se corresponden con la parte del talón.
CUERDAS
De un trozo de piel se pueden obtener tirillas de cuero cortándolas longitudinalmente. Para obtener tirillas más largas se corta en espiral, manteniendo el mismo grosor para que no tenga puntos débiles. Como cuerdas cortas para coser pieles y ropa, fabricar refugios, etc., se pueden emplear los tendones principales de las patas de los animales. Se reconocen por su aspecto fuerte, blanco y similar a un cordel. Cuando están húmedos son pringosos y cuándo se secan endurecen.
COSIDO DE ZAPATERO
Se prepara un cabo enrollando varias hebras de hilo de cáñamo (de tres a nueve) y a las que se da una capa de cera a medida que se enrollan. Para coser se procede como sigue:
— Se perforan las dos piezas a coser y se pasa el cabo hasta la mitad de su longitud. Se hace el siguiente agujero y se pasa uno de los extremos del cabo al que se hace un ojal, con objeto de introducir en él el otro extremo del cabo.
— Se tira del primer cabo en dirección contraria a la que en principio se metió, pasando el segundo cabo al otro lado de la costura.
— A continuación, tirando de los dos extremos opuestos, se aprieta y queda dada la primera puntada. Se finaliza el cosido con un nudo de San Jorge, consistente en enrollar tres o cuatro veces cada extremo en el cabo opuesto antes de apretar, de modo que al tirar de los extremos los enrollamientos queden en el interior del agujero.
MOCHILAS
Se puede fabricar con rapidez un armazón de mochila con ramas y cuerdas. Las partes del armazón que hayan de estar en contacto con el cuerpo, así como las correas a nivel de los hombros, deben estar forradas.
Los nudos de se deben conservar para apoyo de travesaños
El material que se deba transportar se introduce en un saco o se envuelve en una tela, poncho, chaqueta, etc., atándolo al armazón. Un método rápido para fabricar una mochila es con un pantalón, o bien, una pernera o tubular.
ROPA
Con un poco de imaginación cualquier tela puede utilizarse para improvisar ropa. Para mejorar el aislamiento se pueden añadir capas de hierba seca, papel, plumas, pelo de animal, etc., entre la ropa; los periódicos proporcionan un aislamiento excelente. Para improvisar impermeables se pueden usar sacos y bolsas de plástico.
Un saco de dormir se puede fabricar con dos sacos de tamaño grande cortando el fondo de uno de ellos y cosiéndolos. Si se dispusiera de cuatro, se puede fabricar doble, rellenándolo con material aislante (por ejemplo, pelotas de papel de periódico).
La vejiga de un animal grande, lo mismo que su estómago, puede usarse para transportar agua.
Las polainas se hacen con una bolsa de plástico sin fondo, fijándola por su parte inferior al calzado y ciñéndola por su parte superior a la pierna.
También se pueden improvisar protectores de botas con lonas o plásticos. Este mismo plástico se puede colocar entre la bota y el calcetín en caso de terreno muy húmedo y en una situación estática.
Como calcetines se pueden utilizar triángulos de tela.
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