lunes, 27 de marzo de 2023

NUBES Y NIEBLA. PRECAUCIONES


LA NUBOSIDAD

Cuando el aire se halla saturado de humedad, el aumento de vapor de agua, o el enfriamiento de la masa saturada, provoca la condensación en forma de gotas minúsculas que quedan en suspensión aparente en la atmósfera. Si esta condensación se verifica sobre el suelo origina la niebla, y cuando lo hace en la altura, aparecen las nubes.

Las nubes y su clasificación 

El Comité Meteorológico Internacional clasifica las nubes: 

— De acuerdo con su aspecto y formación, en: 

• Nubes estratiformes, que se extienden en capas horizontales. 

• Nubes cumuliformes, de formación vertical.

— Según su altitud: 

• Nubes altas o superiores, situadas normalmente por encima de los 6.000 metros. 

• Nubes medias, entre los 2.000 y los 6.000 metros. 

• Nubes bajas o inferiores, desde ras de tierra hasta los 2.000 metros. 

• Nubes de desarrollo vertical, sin delimitación de los niveles inferior y superior. 

En las tres primeras familias existe predominio de desarrollo horizontal, es decir, que en relación con su espesor cubren considerable extensión. Por el contrario, en la última familia, como su nombre índica, predomina la dimensión vertical.

Tipos de nubes

NUBES ALTAS 

Compuestas de cristales de hielo, son generalmente muy ligeras y a su través se pueden ver el Sol y la Luna. Existen tres géneros: 

— Cirros (Ci): nubes blancas, filamentosas y sin sombras propias. Se presentan aisladas y con aspecto muy variado; unas veces son comparables a plumas, flecos, encajes, tejidos, y otras, a colas y cabelleras bien peinadas o a ovillos enmarañados. Se forman a altitudes de unos 7.500 a 10.000 metros. 

— Cirrocúmulos (Cc): son de tan escasa densidad que apenas si se ven. Se presentan en enjambre o dispuestas en filas. En el primer caso parecen copos de algodón, que forman lo que se ha dado en llamar "cielo empedrado" y, en el segundo, se asemejan a los finos surcos de la arena de la playa. Se observan entre los 6.000 y los 7.500 metros. 

— Cirrostrutos (Cs): también muy ligeras, son como finos velos blanquecinos, a veces rayados, que cubren gran parte del cielo y dan origen a halos solares o lunares. Su altitud es la misma que las anteriores.

NUBES MEDIAS 

Formadas por estratos y cúmulos, con cristales de hielo en la parte superior y gotitas de agua en la inferior. Integran esta familia dos géneros: 

— Altocúmulos (Ac): nubes que parecen formadas por copos blancos o grisáceos, con partes sombreadas y dispuestas en grupos que siguen una o dos direcciones. En su forma más típica se les llama "cielo aborregado". Según su espesor, pueden ser translúcidas y suelen ofrecer irisaciones nacaradas en sus bordes; cuando pasan por delante del Sol o de la Luna, dan lugar a brillantes coronas (no halos) coloreadas de azul, amarillo y rojo. Entre sus distintas especies son de citar:

• Altocúmulos "castellatus", cuya parte inferior parece una recta continua y la superior tiene contorno dentado comparable a las almenas de un castillo. Son indicios de mal tiempo. 

• Altocúmulos "floccus", que dan la impresión de altocúmulos ordinarios disgregados o disueltos parcialmente. Forman como grumos. Son señal de aguacero fuerte. 

• Altocúmulos "lenticularis", que son bancos con bandas estrechas y alargadas. Se ven acompañadas de viento fuerte y son muy frecuentes en las regiones montañosas. 

— Altostratos (As): aparecen como densos y extensos velos fibrosos, de color gris o azulado, que dan al cielo aspecto sombrío. A su través, el Sol o la Luna se dibujan vagamente y parecen situados detrás de una lámina de vidrio deslustrado o helado.

NUBES BAJAS

Se desarrollan desde la superficie terrestre hasta los 2.000 m. Son nubes muy cambiantes y que, a baja altura, restan mucha visibilidad. Comprenden tres géneros: 

— Estratos (St): capa nubosa, uniforme, de color gris plomizo, similar a la niebla, pero sin tocar el suelo. A veces, no son más que restos de niebla que se elevan. Igualmente, una capa de estratos descendiendo puede degenerar en niebla. 

— Nimbostratos (Ns): son las nubes características de la lluvia, que cubren ordinariamente todo el cielo, dándole un aspecto triste y sombrío. Forman una capa amorfa de color gris oscuro, con bordes desgajados de los que, en la lejanía, se ve a veces caer la lluvia como si fuera una pesada cortina. 

— Estratocúmulos (Sc): grandes masas de nubes cumuliformes, que raramente dejan de cubrir el cielo por completo, y de bastante espe-sor, lo cual hace que su coloración general sea oscura. Se presentan como una inmensa sábana o colchón algodonoso, con trozos de color sucio. No producen lluvia, pero pueden evolucionar a nimbostratos.
 
NUBES DE DESARROLLO VERTICAL 

Originadas por los movimientos ascensionales diurnos, desarrollándose rápidamente cuando es grande la disminución de la temperatura con la altitud. Comprenden dos géneros: 

— Cúmulos (Cu): nubes blancas y densas, de textura algodonosa. Su base es casi plana, y la cima, en forma de cúpula, presenta protuberancias redondeadas, como de espuma espesa. Por lo general, suelen aparecer aisladas y ser signo de buen tiempo. 

— Cumulonimbos (Cb): masas de nubes de grandes dimensiones, cuyas estribaciones cumuliformes se elevan en forma de montañas o de torres, y cuya parte superior es de estructura fibrosa. Las bases pueden casi tocar el suelo y sus cumbres elevarse hasta los 25.000 m. Los cumulonimbos, en sus especies de "conectivo, "borrascoso" y "de turbonada", es siempre augurio de mal tiempo. Cuando la nube ha alcanzado todo su apogeo, se produce la precipitación en forma de chubasco de agua, de nieve o de granizo, pudiendo presentarse hasta una tormenta impresionante acompañada de incesantes descargas eléctricas.

LA NIEBLA

La niebla no es otra cosa que una nube baja estratiforme, con su base en contacto con el suelo. En montaña, la niebla será tenida por tal para un observador inmerso en ella; sin embargo, ese mismo meteoro será nube para el observador situado a distancia en el llano. 

La niebla está formada por gotas de agua casi microscópicas, que parecen suspendidas en el aire, sin movimiento de caída aparente y que reduce la visibilidad horizontal hasta el extremo de no dejar ver los objetos a distancias reducidas.

Formación de la niebla

La formación de la niebla, lo mismo que la de las nubes, exige el enfriamiento previo de una masa de aire húmedo. Este enfriamiento se produce con frecuencia en las largas noches de invierno, en que la tierra "radia" su calor, por lo que en sus últimas horas se encuentran fríos el suelo y el aire en contacto con él. Puede ser debido también a la mezcla de masas de aire a distintas temperaturas, al paso de una corriente de aire caliente sobre una superficie fría, o bien al paso de una masa de aire frío sobre una superficie de agua caliente.

Los factores que favorecen la formación de la niebla son: 

— Gran humedad relativa, que facilita la condensación. 

— Viento ligero, que realiza una acción de mezcla de las capas de aire, transmitiendo el frío de la superficial a las más elevadas, con lo que, por consiguiente, aumenta la altura de la niebla. 

— Existencia de núcleos de condensación, que son como soportes higroscópicos indispensables para que la humedad ambiente se adhiera y pueda condensarse. Constituyen dichos núcleos las partículas de polvo, sal marina, humo y microorganismos que contiene el aire. Las zonas industriales tienen gran abundancia de ellos, y en en ellas se producen nieblas muy persistentes.

Disipación de la niebla 

La niebla desaparece normalmente por una de estas dos causas: 

— Calentamiento de la capa de niebla, bien sea por radiación solar o adiabáticamente. 

— Viento fuerte que arrastra la niebla.

Las nieblas y la montaña 

En la montaña se producen tres tipos de nieblas características: 

— Las de ladera, que son producidas por la elevación del aire húmedo por las laderas de la montaña a zonas de más baja temperatura. El aire húmedo suele proceder de las zonas boscosas y necesita una corriente que le ayude a subir, para lo cual viene a bastar la brisa diurna del valle. 

— Las de radiación, debidas al enfriamiento nocturno del suelo y del aire superficial que lo recubre. Son éstas, nieblas matinales que se presentan en las partes bajas del terreno y que suele disipar la radiación solar. 

— Las de avección, originadas por el traslado de masas de aire caliente sobre zonas frías, con el consiguiente enfriamiento por contacto, que, alcanzado el punto crítico, provoca la condensación del vapor de agua.

Clasificación de las nieblas

La intensidad de una niebla se gradúa por la distancia de visibilidad horizontal: 

— Niebla débil o ligera visibilidad hasta 1 1cm. 

— Niebla moderada visibilidad hasta 500 m. 

— Niebla densa o cerrada visibilidad hasta 50 m.

Neblina

Consiste en una especie de niebla débil que permite la visibilidad horizontal a distancias superiores a los 1.000 m, porque las gotitas de agua en suspensión son de menor tamaño todavía que en la niebla y están mucho más dispersas. Con la neblina no se siente la sensación de humedad y de frío que se nota con la niebla.

Bruma

Nombre que se da también a la neblina baja en tierra, si bien el vocablo tiene su más propia acepción cuando se aplica para designar a la niebla ligera que se levanta sobre el mar.

Calima o calina

Accidente atmosférico que enturbia el aire y suele producirse por vapores de agua. Está constituida por partículas de agua, polvo, humo e impurezas secas y tan pequeñas que sólo se perciben en su conjunto y dan al aire un aspecto turbio, como si un velo difuminara el paisaje. La calima se presenta con su mayor intensidad en los días despejados y calurosos, por lo que algunos han dado en llamarla "neblina seca".


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