miércoles, 15 de marzo de 2023

INTRODUCCION A LA SUPERVIVENCIA MILITAR



Se entiende por supervivencia aquella situación nacida, en la mayoría de los casos, de otra táctica, en la que un combatiente, o una Unidad, se ven obligados a subsistir con los recursos que le proporciona el terreno, manteniendo las condiciones físicas y psíquicas que les den la posibilidad de seguir viviendo y combatiendo.

Las probabilidades de tener que enfrentarse a esta experiencia se dan tanto en tiempos de paz como de guerra, aunque, naturalmente, serán más fre­cuentes en este último caso.

Las causas que pueden dar lugar a una situación de supervivencia pue­den ser:

Tiempo de paz:

- Desplazamientos en barco o en avión.

- Expediciones: montaña, desierto, jungla, zonas polares.

- Movimientos por zonas aisladas y difíciles.

Tiempo de guerra:

- Tropas aisladas por la acción enemiga o por las circunstancias mete­orológicas.

- Grupos dispersos que se refugian en una zona huyendo de la perse­cución enemiga, para reorganizarse y continuar la lucha.

- Tropas aerotransportadas derribadas con su aeronave u obligadas a lanzarse en paracaídas por avería de ésta.

- Tropas embarcadas en caso de naufragio.

- Prisioneros evadidos de campos de concentración.

De aquí la necesidad para los individuos o Unidades que puedan verse forzados a enfrentarse con una de estas situaciones de prepararse debidamen­te para superarlas, y no solamente sobrevivir, sino conservar su capacidad operativa.

PREPARACIÓN DE LA SUPERVIVENCIA

Muy pocas personas están preparadas para afrontar los peligros inhe­rentes a estos casos, bien porque no se ha pensado en ello o por estimar en forma equivocada que sólo atañe a otros. La experiencia pone de manifies­to lo erróneo de esas suposiciones; el riesgo de la lucha por la superviven­cia debe ser previsto siempre y mucho más en el caso de las Fuerzas Armadas.

Como consecuencia de lo anteriormente expuesto, el mando de una Unidad tiene la responsabilidad de procurar que todos sus hombres posean la aptitud física y psíquica, así como los conocimientos técnicos necesa­rios, para afrontar airosamente una situación de este tipo, y no solamente sobrevivir, sino conservar su capacidad operativa, logrando que adquieran la práctica necesaria a través de ejercicios, en condiciones similares a las reales.

Todo ello motiva que la preparación en esta materia forme parte de la instrucción de todo combatiente, y su fin será proporcionarle una serie de conocimientos básicos e imprescindibles para hacer frente a esta situación.

Es importante en estos ejercicios, tanto si el personal es profesional como si no, que los objetivos y finalidades a lograr sean remarcados, más aún si cabe, que en otro tipo de instrucción y encauzar las prácticas en un sentido de experiencia personal en la que juega un papel decisivo la res­ponsabilidad individual, planteando el tema como un auténtico reto a resolver.

Sin temor a exagerar, podría decirse que en cualquier lugar es posible mantenerse con vida, siempre que se conserve la moral y voluntad de sobrevivir y existan una serie de conocimientos y circunstancias mínimos favorables.

La naturaleza y los elementos no serán amigos ni enemigos, pero, en cualquier caso, pueden resultar decisivos si con habilidad se consigue obren en beneficio propio.

La preparación de los individuos y Unidades para afrontar una situación de supervivencia, requiere una capacitación en tres aspectos:

— Psíquico.

— Físico.

— Técnico.

PREPARACION PSÍQUICA

Se basa en el descubrimiento, por el propio individuo, de una mayor capa­cidad de resistencia fisico-psíquica a la esperada, del enorme dominio que la mente puede ejercer sobre el cuerpo y de sus posibilidades de autocontrol, incrementando así la seguridad en sí mismo ante situaciones difíciles, que pongan a prueba el instinto de conservación, es decir, la "voluntad de sobre­vivir".

A este fortalecimiento psicológico que se producirá, a medida que el suje­to supere condiciones adversas y, por tanto, vaya conociendo sus propias reacciones y limitaciones, conviene añadir el registro de nuevos parámetros tras la experiencia vivida, disponiendo de una escala de valores más acorde con la realidad que evite sensaciones ilusorias o exageradas de miedo, can­sancio, hambre, ansiedad, etc.

Fruto de esta preparación es una firme voluntad de sobrevivir y el conoci­miento del hecho cierto de que el hombre que la posea en alto grado puede superar condiciones tan adversas que parecerían imposibles de lograr en cir­cunstancias normales.

Se pueden citar numerosos ejemplos de hombres que han sido capaces de pasar muchos días sin comer ni beber, sepultados en la nieve con frío intensí­simo, aislados en un bote en medio del océano durante semanas sin agua ni comida, etc.

En situaciones de este tipo, el combatiente, en un primer momento, puede reaccionar con una conducta nada acorde con las circunstancias de ese momento. No obstante, este fenómeno, que puede considerarse normal, posee como contrapartida otro compensador basado fundamentalmente en esa firme voluntad de sobrevivir, cuya fuerza reside en la suficiencia de la preparación que el individuo aporte para la solución de su situación, referida esta preparación a la confianza en sí mismo, a la disciplina, tanto individual como de grupo y, por último, a la iniciativa personal.

Se ve así que la importancia de la moral es innegable; las necesidades de la supervivencia las sufren los hombres y de sus cualidades morales, inteli­gencia, valor y entusiasmo, dependerá el resultado. Por otra parte, una moral elevada ayuda a mantener la disciplina, lo cual es imprescindible para sobre­vivir individual o colectivamente.

PREPARACION FÍSICA

Se basa en desarrollar, con el entrenamiento, todas las cualidades físicas, especialmente la resistencia o capacidad de oponerse a la fatiga, de forma que el individuo mantenga una "reserva física" y, por tanto, una tensión arterial media óptima y una breve recuperación del pulso tras un esfuerzo.

Este endurecimiento, a su vez, será fundamental para fortalecer la capaci­dad de resistencia psíquica, evitando el decaimiento anímico ante las adver­sidades o la fuerte presión psicológica que, en determinados momentos, se pueda presentar.

Una buena preparación física ayudará a obtener un mejor rendimiento que elevará la moral y mantendrá la voluntad de sobrevivir, contribuyendo a conservar la salud en medio de tantas privaciones como será necesario soportar.

Se procurará endurecer a los hombres con marchas forzadas y rudos tra­bajos, acostumbrándolos a soportar las más duras condiciones meteorológi­cas, así como el hambre, la sed, el sueño y la fatiga.

PREPARACION TÉCNICA

Se basará en la adquisición de una serie de conocimientos y habilida­des que incrementen las posibilidades del individuo, enseñándole a apro­vechar los recursos naturales y a suplir con ellos la falta de equipo adecuado, del cual normalmente carecerá, y procurarse los alimentos indispensables.

Entre los conocimientos más necesarios podemos citar los siguientes:

- Movimiento por toda clase de terrenos; manejo de plano y brújula; orientación por medios auxiliares.

- Exploración y reconocimiento.

- Conocimiento de la montaña, del mar y sus peligros.

- Meteorología por indicios.

- Forma de hacer señales de socorro y enlace; socorros de urgencia.

- Construcción y acondicionamiento de refugios.

- Conocimiento de plantas comestibles, nocivas, útiles y medicinales, así como de animales peligrosos; artes de caza y pesca; preparación, cocinado y conservación de los alimentos.

- Forma de procurarse agua y de hacer fuego.

- Fabricación e improvisación de vestuario, equipo, útiles, etc.


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