El equipo de supervivencia es uno de los apartados más complicados de la Logística de los Ejércitos. Sometido a evolución constante, para adaptarlo a las nuevas necesidades del combate, depende de factores tan dispares como la economía o la climatología.
La diversidad de cometidos a desarrollar dentro de las Fuerzas Armadas, hace que las diferencias en el equipo de combate sean notables. Así, poco tiene que ver el equipo de combate de un marino con el de un aviador o el de un infante. A esto hay que sumarle los aspectos particulares del desarrollo de las distintas misiones, que hacen que las necesidades de equipamiento sean diferentes; no necesita el mismo equipo el soldado de primera línea que aquel que actúa en la retaguardia enemiga. Son, por último, factores determinantes, el terreno y la climatología.
Visto todo lo anterior, resulta imposible generalizar un equipo de supervivencia incluido como parte del equipo de combate, que se adapte a todas las circunstancias expuestas. Además, según la definición de supervivencia, la subsistencia depende, no tanto del, equipo que se lleve, como de la capacidad que se posea para aprovechar los recursos del terreno y de la imaginación y habilidad personales.
Sin embargo, hay una serie de necesidades básicas, ya citadas anteriormente, que conforman un embrión de equipo, resaltando la importancia de determinados elementos.
Frente a la protección contra las inclemencias del tiempo, la obtención de agua, la alimentación y la realización de señales, destaca como elemento primordial EL FUEGO.
El hecho tan minimizado, en la vida cotidiana, de encender fuego, cobra una dimensión totalmente diferente en circunstancias desfavorables: tiempo húmedo o lluvioso, inexistencia de cerillas o mecheros, viento fuerte, etc.
Los medios para la obtención del fuego por distintos métodos deben figurar, por tanto, como uno de los elementos básicos del equipo.
Frente a la necesidad de situarse en el terreno que siente el superviviente, están los conocimientos técnicos para orientarse; pero si éstos no se poseen, o los indicios son insuficientes, la brújula pasa a ser un elemento sustancialmente importante.
Frente a la obtención de agua, y actuando en conjunción con los conocimientos técnicos, están las pastillas potabilizadoras, que por su escaso peso y volumen son fácilmente transportables.
Frente a la necesidad de alimentarse, está como primer elemento la ración individual de emergencia, que debe ser intocable en circunstancias normales.
El conocimiento de los recursos y la habilidad para obtenerlos, hará que sean excepcionalmente útiles elementos mínimos tales como la cuerda o el alambre.
Por último, y frente a la necesidad de atender a los heridos y enfermos, está la previsión de un botiquín individual o paquete de cura. Este equipo básico se rubrica con una pieza esencial: EL CUCHILLO. Por su versatilidad de empleo juega un papel fundamental frente a las cinco necesidades básicas; nos facilita la construcción de refugios, sirve como herramienta para excavar; indispensable para la caza y pesca e incluso útil como rudimentario bisturí.
EQUIPO BASICO
Estará compuesto por los siguientes elementos:
— Cerillas estanqueizadas.
— Pastilla de alcohol sólido.
— Brújula con espejo de señales incorporado.
— Pastillas potabilizadoras.
— Ración individual de emergencia, con sal.
— Cuerda y alambre.
— Botiquín individual:
• Antibióticos.
• Analgésicos.
• Estimulantes.
• Dos cintas planas de goma.
• Puntos de sutura.
• Antidiarreicos.
• Manta térmica.
• Una venda enrollada con dos compresas.
• Esparadrapo.
• Antihistamínicos.
— Cuchillo.
Lo ideal es reunir a todos estos elementos del equipo básico en un recipiente ligero, hermético y resistente, que pueda llevarse en el correaje de forma permanente.
EQUIPO PARA
LAS PRACTICAS DE SUPERVIVENCIA
Las prácticas implican un equipo más voluminoso, tendente a acelerar el proceso de aprendizaje, al desarrollarse éste como periodo específico.
Estará compuesto por:
Equipo básico.
— Mochila. Saco, funda aislante o plancha. Prenda de abrigo, según época del año, jersey.
— Poncho, traje de tormenta.
— Muda completa (conveniente dos o más pares de calcetines).
— Gorro de lana y bufanda o pasamontañas, pañuelo de cuello. Guantes.
— Calzado de repuesto (tipo chiruca).
— Utiles: aseo con toalla, de zapatero, de limpieza de calzado, de limpieza de armamento y de coser.
— Anzuelos y sedal, cuerda y aguja para red.
— Material topográfico (cartografía, altímetro, prismáticos).
— Bolígrafo, papel.
— Cantimplora con cazo inferior. Cubiertos, abrelatas, navaja, tijera, silbato. Util de mango corto, plásticos para estanqueizar. Papel higiénico. Linterna, pila y bombilla de repuesto, vela.
— Documentación.
— Anillo y mosquetón de seguridad.
— Plato-sartén.
— Ovillo de cuerda y rollo de alambre.
— Tubo de plástico flexible.
— Cinta aislante.
— Piedra de afilar.
— Cepos para pájaros.
— Imperdibles.
El equipo puede irse sustituyendo, a medida que avancen las prácticas, por otro elaborado de circunstancias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario