Si estás en "modo" supervivencia, lo normal es que estés luchando por tu vida en condiciones precarias y es fácil que la enfermedad, de mayor o menor gravedad, pueda hacer acto de presencia y que no tengas acceso a consejo médico. Es por eso que te voy a dar una relación de las enfermedades más comunes que pueden sobrevenir y unos consejos que te ayudarán a llevarlo mejor mientras llega tu rescate. Ya sabes que lo más importante es que no pierdas el ánimo y que agudices tu ingenio durante la espera, porque tu rescate va a llegar. Lo importante es que cuando llegue el momento, te encuentres en el mejor estado posible.
Los supervivientes tendrán que hacer frente por sí mismos al socorro de urgencia e incluso al tratamiento definitivo de sus accidentados y enfermos, ya que será poco frecuente que se cuente con personal facultativo. De ello se deduce:
— Que el conocimiento en materia de enfermedades y accidentes podrá llegar a ser esencial para la salud, vida y moral del superviviente.
— Que será de máxima utilidad llevar consigo, en aquellas situaciones en que exista la probabilidad de aislamiento, un botiquín mínimo con el que poder contar llegado el caso.
— Que evites la enfermedad y el accidente será una regla de oro, por lo que los supervivientes adoptarán en sus actividades normas básicas de seguridad e higiene. En cuanto a la higiene, se recuerda aquí que el aseo personal (lavado corporal, baños cuando sean posibles, etc.), el aseo de las prendas de vestir, la limpieza de los útiles de cocina y para manipular alimentos y de la vivienda, además de proporcionar un mayor grado de bienestar y ayudar en la lucha contra el abandono y dejadez, contribuirán eficazmente a reducir la probabilidad de contraer enfermedades infecciosas.
El agua de bebida deberá hervirse en aquellas circunstancias de dudosa salubridad, así como todos los alimentos en estado de conservación deficiente. Un tiempo prudencial lo constituye, en este sentido, veinte minutos. El lugar donde se vayan a depositar heces y basuras estará alejado de la fuente de agua y de la vivienda, al menos cien metros. El ejercicio físico ayudará a mantenerse en forma y a aumentar las resistencias biológicas y físicas del organismo.
ENFERMEDADES:
- PERDIDA DE CONOCIMIENTO
Se puede deber a una lesión grave, agotamiento, esfuerzo excesivo, susto, visión de una herida, caída sobre la cabeza, etc. Se manifiesta por palidez facial, pupilas dilatadas y sin reacción, labios exangües, pulso no palpable en el cuello y falta de respuesta. Se debe tumbar al accidentado en suelo llano, con la cabeza doblada sobre la nuca y con las piernas elevadas. Si la respiración y el pulso no se restablecen en seguida, comenzar con maniobras de reanimación. Esperar un poco para el transporte, que jamás se hará en posición de sentado. No dar de beber nunca durante una pérdida de conocimiento.
- FIEBRE
Síntoma que acompaña a todas las infecciones, a las heridas, contusiones extensas, a los accidentes calóricos, a las fracturas, intoxicaciones, etc. Su tratamiento sintomático es de todos conocido: aspirina, piramidón, etc.
Si es de origen infeccioso: antibióticos de amplio espectro, tipo ampicilina o amoxicilina de las FAS., o eritromicina en las alergias a las penicilinas (las anteriores lo son).
Otras medidas: abrigar, administrando té caliente con limón y azúcar. Paño húmedo frío sobre la frente. Si hay crisis fuerte de sudoración, secar al paciente y cambiar la muda. Descanso de unos días en el refugio.
- CONJUNTIVITIS
Ojos irritados y enrojecidos, lagrimeo, sensación de arenilla en los ojos, dolor al recibir luz en ellos. Tratamiento: Lavados con solución de ácido bórico, o infusión de manzanilla o té. Colirios o pomadas astringentes o sedantes con antibióticos.
- HEMORRAGIAS NASALES (EPIXTASIS)
Presionar la pared nasal del lado que sangra con un dedo, manteniendo la presión largo tiempo. Lavado con agua oxigenada o agua fría. Si no remite, hacer un taponamiento profundo de la nariz con una tira de gasa estrecha y larga, apretando bien y dejando un extremo que sobresalga para retirarlo al cabo de unas horas.
- FORUNCULOS
Se pueden presentar en cualquier parte del cuerpo provista de vello. Al principio se manifiesta como una zona redondeada elevada, enrojecida, dolorosa y, más tarde, muestra un tapón central de pus. En ningún caso se intentará expulsarla por presión alrededor, evitándolo especialmente en la zona de la cara, donde los vasos de drenaje conducen directamente al cerebro.
Por el contrario, habrá que esperar a que este tapón de pus se disuelva por sí mismo, lo que se puede acelerar cubriendo con compresas húmedas calientes.
La parte afectada del cuerpo se moverá lo menos posible, pues de lo contrario puede producirse un paso de gérmenes que causen una infección a distancia y una flebitis localizada.
Cuando esté suficientemente reblandecido, se puede abrir con un bisturí estéril, dejándolo abierto para que drene el pus.
En caso de forúnculus grandes o múltiples, se deberá guardar cama, con elevación ligera y reposo del miembro afectado. Normalmente el forúnculo se resuelve por sí mismo o vacía su pus hacia fuera.
- DOLOR DE CABEZA
Puede deberse a causas tan diversas como un tumor cerebral o un resfriado de nariz. Tratamiento sintomático. Infinidad de preparados (aspirina, optalidón, cibalgina, etc.). Además de lo anterior se debe prestar atención a signos que indiquen una afectación de las meninges (meningitis), como fiebre alta con desorientación, delirios, rigidez de nuca y vómitos violentos. Requiere tratamiento especializado.
- DOLOR DENTAL
Analgésicos. Enjuagues con agua oxigenada diluida o soluciones alcohólicas (agua y coñac). Calor. Aplicar localmente una instilación o gotas de una ampolla de anestesia local. No se debe proceder a la extracción de la pieza por medios que no sean odontológicos.
- ANGINAS
Descanso en el refugio, gárgaras de té caliente o agua salada, cinco veces al día. Colocar una prenda de lana alrededor del cuello. Dos veces al día, durante una hora, poner paños mojados calientes alrededor del cuello. Alimentos líquidos hasta que se pueda tragar de nuevo, mucho zumo de limón. Si hay fiebre elevada, bajarla por los medios anteriormente citados o mediante aspirinas o paracetamol de las FAS.
TOS
Si es seca, calmantes tipo codeína de las FAS. Si es con expectoración, hidratación abundante (agua normal en cantidad), balsámicos (supositorios, inyecciones) tipo antigripal y jarabe tipo bronquial de las FAS.
Si hay fiebre alta se debe prestar atención a signos de neumonía (dolor costal, delirio, dificultad de respiración, esputos sanguinolentos), tratándola con antibióticos.
- PIOJOS
Este tipo de insecto pulula frecuentemente en los campos de prisioneros, y puede vehicular diversos tipos de enfermedades epidémicas. Debe procederse a arrancar y matar los piojos rápidamente, porque se reproducen vertiginosamente, afeitando las zonas del cuerpo con vello, principalmente cabeza, axilas y pubis, y cociendo la ropa para matar los huevos. El cuerpo entero y cada costura de las ropas deberán ser inspeccionados por lo menos una vez al día, sea cual fuere el estado del tiempo. Se utilizarán parasitidas si se dispone de ellos; da buen resultado el perejil, alcohol y vinagre.
- LOMBRICES
Pueden darse infecciones causadas por cualquier tipo de lombriz (enquistadas, no enquistadas e intestinales), que provienen de la comida que se ingiere o de la suciedad. La mejor medida preventiva es la higiene personal, por lo que se debe lavar el cuerpo y las ropas tan a menudo como sea factible.
- DISENTERIA
El peligro de disentería puede ser considerablemente reducido mediante la utilización de hipoclorito de calcio, yodo, pastillas purificadoras para el agua o hiviéndola.
Se debe reemplazar el agua perdida en las deposiciones con agua hervida, si ello es posible. De todos modos, deben consumirse grandes cantidades de líquido y, además, se debe comer aunque se haya perdido el apetito. El carbón vegetal ayuda a detener la disentería; puede ingerirse también cualquier trozo pequeño de madera parcialmente quemada, raspando y tragando las porciones carbonizadas; ayudan también los huesos de cualquier tipo, especialmente cuando se muelen con una piedra, después de haber sido quemados, hasta que queden reducidos a polvo.
Asimismo, puede ayudar a curar la disentería un pedazo de tiza (del tipo usado en las escuelas), reducida a polvo. También sirve a este fin la corteza de los árboles, preferiblemente robles, hirviéndola desde doce horas a tres días, añadiendo agua a medida que la misma se evapore; el brebaje resultante tendrá un gusto repulsivo; no obstante, el ácido tánico que contiene ayudará sensiblemente a curarla. El té es otro elemento curativo por su contenido en tanino.
- HEPATITIS (INFLAMACION DEL HIGADO)
Aunque el paciente no muestre deseos de alimentarse, se le debe obligar a ello y a beber gran cantidad de agua; se deben evitar, en este momento, los laxantes, sedantes y el alcohol. De ser posible los pacientes deberán estar aislados de los demás, por lo menos durante la primera semana de enfermedad; hay que tener presente que la orina y las deposiciones son de lo más contagioso.
- NEUMONIA
(INFLAMACION DEL PULMÓN)
Enfermedad frecuente en situaciones extremas de supervivencia, cuando las defensas del organismo se debilitan. Constituye, quizá, la enfermedad más común, sobre todo en invierno. Cuando no hay medicinas, sólo queda un remedio: permanecer de pie, para ayudar a mantener libre de agua la parte superior de los pulmones; ello no significa que se deba permanecer parado las veinticuatro horas del día, sino por períodos lo suficientemente largos como para no perder la voluntad de sobrevivir. Es vital hallarse alertado a este respecto o se morirá sin remedio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario