Si te has extraviado lejos de un núcleo urbano y estás esperando a que rescaten, como nunca se sabe cuanto tiempo llevará esta operación lo primero que tienes que hacer es buscar un lugar donde puedas tener tus necesidades más o menos cubiertas y lo más importante es localizar una fuente de agua que te permita no deshidratarte. Recuerda el agua es esencial y tu primer objetivo a conseguir.
Se pueden localizar las fuentes de agua por el conocimiento de una serie de indicios, como son:
— Los ruidos de agua en movimiento.
— Presencia de vegetación abundante de diferentes especies, como árboles de hoja caduca en zona de coníferas.
— Concentración de hierba muy verde que destaca del resto de la vegetación.
— Los juncos, sauces y saúco crecen solamente en lugares donde existe agua en la superficie.
— En el fondo de vaguadas y barrancos.
— El croar de las ranas indica la existencia de una charca.
— Las huellas o sendas de animales van uniéndose hasta llegar a un lugar donde normalmente hay agua. Los animales de pastoreo nunca se encuentran demasiado lejos del agua, ya que necesitan beber al amanecer y al anochecer, lo mismo que las aves que se alimentan de grano, como pinzones o gorriones.
Las fuentes naturales del agua pueden localizarse en:
— Superficie:
• Manantiales y filtraciones. Están considerados como las fuentes más seguras de agua potable. o Ríos, arroyos, lagos y pantanos. Son fuentes de aguas saludables, pero hay que tener cuidado, pues pueden estar contaminadas.
• Estanques. Son característicos de lugares de labranza; suelen utilizarse para riego y pueden llevar disueltos en sus aguas fertilizantes y abonos.
• Charcas. A menudo se puede encontrar agua de lluvia estancada en agujeros de las rocas y en charcas; este agua hay que purificarla. En un siguiente post te enseñaremos como hacerlo.
— Subterráneas.
Antes de cavar es necesario cerciorarse de que no existe ninguna posibilidad de obtener agua por otro procedimiento de superficie.
Saber localizar el lugar de excavación es muy importante, para dar con más facilidad sobre la capa freática.
El acceso a esta capa acuífera, así como su contenido de agua, generalmente pura, depende de la naturaleza del terreno, el cual puede ser:
• Rocoso.
En zonas de roca caliza existen más y mayores manantiales que en otro tipo de roca. La piedra caliza se disuelve con facilidad, con lo que las aguas subterráneas la horadan y, a menudo, se forman ríos y cavernas. El agua se buscará en cuevas o grietas.
En zonas de roca granítica, la vegetación fresca y verde indicará los puntos donde puede encontrarse agua. Se cavará en la parte baja del terreno y se esperará a que el agua se vaya filtrando. También se buscará en las grietas irregulares.
En zonas de roca volcánica es fácil encontrar agua, por la porosidad de la lava, buscando manantiales en los valles o laderas donde haya ríos de lava.
• Arenoso.
En estos terrenos es más fácil encontrar agua que en los rocosos. Antes de cavar conviene asegurarse de que hay signos de su presencia, como vegetación fresca, humedad, río seco que lleve agua en época de lluvias, etc.
En zona de costas se puede encontrar agua en las dunas sobre la playa y en la playa misma. Buscar entre las dunas por si hubiera agua en la superficie; si no, cavar donde la arena esté húmeda o haya vegetación fresca, y si no la hubiera, a unos cien metros tierra adentro desde el límite de la pleamar. El agua extraída es salobre pero se puede beber.
Dejarla reposar para que se clarifique o filtrarla; también se puede destilar. Para facilitar la extracción se deben forrar las paredes del hoyo con piedras o ramas para evitar que la arena de las paredes se desmorone. Conviene cavar hasta sobrepasar el nivel del mar. Cuando se cava en el lecho de un río seco se debe hacer en los recodos cóncavos.
En zonas boscosas bajas, junto a las costas y en llanuras fluviales, el nivel hidrostático suele estar a escasa profundidad y no hay que cavar mucho para dar con él.
• Arcilloso.
Por la naturaleza del terreno es dificil que el agua se pueda filtrar, aunque sí suelen existir estratos de arena que pueden producir manantiales.
— Por precipitaciones:
• Lluvia y rocío.
El agua de lluvia es potable en todas partes y se puede recoger de las siguientes formas:
Disponiendo de materiales no porosos, ponchos, lonas, plásticos, planchas metálicas, etc., se deben disponer de tal manera que ofrezcan la máxima superficie a la ecepción del agua y puedan conducirla a un recipiente con un mínimo de pérdidas.
Si se dispone de material absorbente, esponjas, prendas de ropa, etc., se colocarán encima de la hierba o cualquier otra superficie mojada, dejándolo empaparse bien y exprimiéndolo posteriormente en un recipiente.
Recogiendo el agua que corra o gotee por las rocas o terrenos impermeables. El agua recogida por estos procedimientos puede estar tintada o con grasas, debido al material utilizado para la recogida, por lo que debe ser purificada.
• Nieve, aguanieve y granizo.
Se pueden emplear los mismos procedimientos que los explicados para la recogida del agua de lluvia. Para la obtención de agua líquida se deben calentar cantidades muy pequeñas de nieve, hielo o granizo, en un recipiente y con un fuego no muy fuerte; esperar que empiecen a diluirse y añadir más cantidad.
El hielo se funde con la mitad de energía que la nieve, y con menos volumen se obtiene más agua.
Si no se dispone de fuego se debe colocar el recipiente sobre superficies calientes o templadas por el sol. También se puede construir la que se denomina "máquina de agua", obteniéndose el líquido con este procedimiento sin estar pendiente de ello.
Si se tiene que tomar nieve o hielo sin fundir se debe hacer en trozos pequeños para que se disuelvan en la boca antes de ingerirlos. Este procedimiento puede producir hipotermia. El agua de hielo y nieve no tiene sales, por lo que se le debe añadir, si es posible, algo de sal o condimentos y airearla pasándola de un recipiente a otro.
— Otros procedimientos:
• Destilador solar.
Se basa en el calor del sol que vaporiza el agua de la tierra, la cual se condensa al chocar contra una superficie a diferente temperatura, produciéndose gotas de agua.
Las necesidades de material para que el destilador sea aceptable son las siguientes: un poncho, o plástico de 2 por 2 m, un recipiente de dos litros, un peso (piedra) y un tubo plástico de metro y medio, aproximadamente; éste se puede omitir, pero en este caso habrá que levantar el plástico cada vez que se quiera recoger el agua del recipiente.
Para construirlo se debe marcar en la superficie del suelo una circunferencia de un metro de diámetro y cavar de forma vertical al menos quince centímetros; después, profundizar de forma convergente hacia el fondo del agujero, de tal manera que permita que el vértice del plástico quede a unos 50 cm de la superficie y separado por unos 5 cm del recipiente.
Una vez preparado el hoyo se coloca dentro del recipiente un extremo del tubo, quedando al otro extremo en el exterior del agujero. A continuación se tapa con el plástico, sujetándolo en sus extremos con tierra y piedras para que no se hunda.
En el centro del plástico se echa el peso para teligarlo y que el vértice formado quede centrado sobre el recipiente.
Se puede aumentar la producción de agua introduciendo en el agujero vegetación verde o húmeda.
Este método es el único procedimiento para conseguir agua potable de confianza en ambientes contaminados, siempre y cuando la superficie de plástico no toque las paredes del hoyo.
Si hubiera que permanecer varios días en el mismo sitio se debe cambiar el lugar de emplazamiento del agujero.
• Condensación. Este método de obtención de agua consiste en envolver vegetación o una rama de árbol muy frondosa, con plástico, de tal manera que expuesta al sol producirá evaporación de agua y posterior condensación sobre las paredes del plástico, yendo a acumularse en la parte más baja de la bolsa. Introducir un tubo flexible, antes de cerrar la bolsa, de manera que uno de sus extremos esté en contacto con la parte baja de la misma y el otro quede en el exterior. Se puede extraer el agua con la simple aspiración por este extremo del tubo.
• Savia potable.
Cuando no se disponga de otra fuente de agua, se puede aliviar temporalmente la sed con la savia de algunas plantas.
La savia calma la sed, pero contiene azúcar, que acelera la deshidratación si se toma en grandes cantidades.
No se debe almacenar, pues fermenta.
Tampoco beber aquella que sea lechosa o coloreada, con espuma, la que tenga un sabor desagradable y, en general, toda aquella que no se tenga la certeza de que sea buena.
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